Imagina que…
- Logras liberarte de todos esos bloqueos inconscientes y empiezas a vivir una vida más plena y feliz.
- Recuperas la relación con tus padres, te reconcilias con ellos y tienes una relación sana, cercana y amorosa.
- De una vez por todas la abundancia económica se queda en tu vida.
- Comprendes a tu pareja, dejas de juzgarla y empiezas a vivir una relación equilibrada y sana desde los adultos que sois.
- Por fin te conviertes en la madre/el padre que deseas ser y que tus hijos requieren y disfrutas de tu maternidad/paternidad.
- Recuperas el lugar que te corresponde en el mundo y tomas la fuerza que te pertenece para mirar a tu vida y tener todo lo que deseas.
- Comprendes el mensaje que la enfermedad te estaba tratando de dar, haces las paces con ella, te liberas de ella y empiezas a vivir una vida sana.
- Puedes ver las heridas de tu niña interior y abrazarlas para acompañarla desde la adulta y empezar a vivir una vida sana y feliz.
- Te liberas de las cargas inconscientes que llevas de tu sistema familiar y empiezas a vivir más libre y ligera.
- Por fin, encuentras tu propósito de vida y te sientes libre de poder vivir la vida para la que estás destinada.