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Las constelaciones son una herramienta de crecimiento personal muy potente y en una sola sesión veremos el origen de tu desequilibrio, pondremos orden en ese asunto que te preocupa, trabajaremos con unas frases sanadoras y se te dará la imagen sanadora para que vuelva a establecerse el equilibrio y sobre la que podrás trabajar después de la sesión para poder conseguir eso que tanto deseas. 

La solución viene cuando se ordena el sistema y ocupas el lugar que te corresponde, cuando se restaura la ley de que todos tienen derecho a un lugar y a un reconocimiento o cuando se reestablece el equilibrio entre el dar y el tomar.

Puede que nada más terminar de constelar ya veas resultados, recibas la llamada de tu padre, con el que no te hablas desde hace años o puedes tardar algo más en ver los resultados.

Lo que si te digo es que, aunque las Constelaciones son un trabajo que hasta en ocasiones pueda parecer hasta mágico, por lo impactante y por la rapidez de los resultados, no son la pastilla azul o roja que te tomas y se soluciona todo al momento.

Aunque si es verdad que una sola sesión de Constelaciones Familiares equivale a 100 terapias. Siempre lo digo.                

Constelar significa resolver un asunto que te preocupa y quieres resolver o al menos avanzar en su solución, mientras que participar significa que vas a ver las constelaciones de otras personas y a salir como representante de las que te elijan.

Recuerda que al participar también estás trabajando con tus propios asuntos. No es casualidad que te saquen a hacer de madre, por ejemplo, eso puede significar que con tu madre o con tu maternidad tienes algo que resolver y esa Constelación te va a servir para darte mucha luz incluso, muchas veces también para sanar.